"¿Está enfermo alguno de vosotros? Que llame a los presbíteros de la Iglesia, y que oren sobre él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor le hará levantarse y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados." (Santiago 5:14-15)
El Señor instituyó este Sacramento para ayudarnos, ya sea en el curso de una enfermedad o durante el envejecimiento natural de nuestro cuerpo. ¿Pasaremos de este mundo a la salud definitiva de la vida eterna? El ministro de este sacramento es el Sacerdote; él nos unge con aceite- un signo de fortaleza, curación y valentía. La Confesión nos asegura que nuestra alma está en estado de gracia, y la Eucaristía es nuestro Alimento para nuestra andadura en la tierra- el "Viático". Nuestro Señor nos preparó para una vida de gracia con nuestro Bautismo, y nos prepara para nuestra vida en el cielo cuando sea la hora de entrar en nuestra verdadera morada.
Para las personas que estén gravemente enfermas o cercanas a la muerte, llama al (480) 507-4400. Este número sólo es para llamar en caso de urgencias de hospital o en caso de peligro de muerte.
Para las personas que no puedan salir de casa, estén hospitalizadas o en una residencia y deseen recibir la Sagrada Comunión o tengan una seria enfermedad y quieran confesarse o recibir la Unción de Enfermos, por favor llama al (480) 507-4495.