Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Espero y rezo que esta nota los encuentre a ustedes y a sus queridos bien.

Hace poco más de un mes, la vida de mi familia cambió para siempre, cuando perdimos nuestra casa y todo lo que contenía en un incendio. Nuestros corazones se estiraron y probaron de maneras que no podíamos ni imaginar. Encontramos de una manera muy íntima el amor y la misericordia que solo puede venir de nuestro Señor Jesucristo!

En los momentos inmediatamente posteriores al incendio, el Señor nos brindó la ayuda que más necesitábamos. Lo envió en el cartero que llamó a nuestra puerta para alertarnos del incendio y sacarnos de la casa. Respondió enviando no solo un equipo de fuego, sino dos. Envió a vecinos, amigos y familiares a nuestro lado mientras veíamos nuestra casa consumida por las llamas. Él estaba con nosotros cuando los amigos y la familia nos ayudaron a examinar el daño en busca de cualquier cosa que pudiera salvarse. Nos proporcionó una familia amorosa que nos acogió, nos protegió y nos alimentó. Él envolvió Sus brazos alrededor de nosotros para sostenernos, consolarnos y animarnos a través de sus oraciones y apoyo financiero.

Estos son solo algunos de los muchos casos en curso de cómo el Señor ha estado trabajando para ayudarnos a superar todo esto. Estoy seguro de que hay incluso más casos de los que quizás nunca sepamos. Estos actos de amor, hermanos y hermanas, superan con creces las pérdidas que hemos experimentado.

Aunque lo hemos perdido todo, es evidente que tenemos lo más importante, nuestra familia y nuestra Fe. Nos sentimos abrumados con gratitud por lo que hemos encontrado durante este tiempo de pérdida debido a la gran cantidad de oración y apoyo que hemos recibido de ustedes, nuestra familia católica de Santa Ana!

Gracias por todo lo que han hecho para mantener a nuestra familia y ayudarnos en nuestro viaje para reconstruir nuestro hogar y continuar nuestra misión! No hay palabras que puedan expresar plenamente nuestra gratitud por todo lo que han hecho y por eso agradecemos a Dios cada día por cada uno de ustedes.

Dios los bendiga a ustedes y a sus queridos +

Tus siervos en Cristo, 

Diácono Andrew, Jessica, Hadrien, Liam, Simon y Elizabeth Gilliland

Mateo 25: 34-35 

34 Entonces el rey dirá a los de su derecha: Venid, bendecidos por mi Padre. Hereda el reino preparado para ti desde la fundación del mundo.

35 Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, forastero y me acogisteis.

36 desnudo y me vestiste, enfermo y me cuidaste, en la cárcel y me visitaste "

37 Entonces los justos * le responderán y dirán: Señor, cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber?

38 Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o desnudo y te vestimos?

39 Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?

40 Y el rey les responderá: "En verdad les digo que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, lo hicieron por mí".

publicado octubre 23, 2020 , Thank you