¡MISIÓN ECCE ANCILLA DOMINI PARA MUJERES ES LA SIGUIENTE!
Quiero anunciar esta tarde que, desde el jueves 29 de abril hasta el 31 de mayo, vamos a realizar en la parroquia una Misión dirigida a mujeres que tendrá por nombre Misión Ecce ancilla Domini, «aquí está la esclava del Señor». Nuestro deseo es presentar a las mujeres de la parroquia el ejemplo de María como ideal de la vida cristiana y caminar con ella durante todo el mes de mayo para aprender de ella a ser mujeres según el plan de Dios.
Invito a todas las mujeres de la parroquia, a partir de los 15 años, a que consideren la posibilidad de participar en esta misión. La primera gran lección que nos da la Virgen María es la de estar abierta a escuchar y meditar siempre la Palabra de Dios. Esa receptividad para acoger los mensajes del Señor es particularmente importante para nosotros que vivimos en un mundo aceleradísimo donde resulta cada vez más difícil prestar oídos a la voz de Dios. Se me quedaron clavadas unas palabras que un árabe me dijo en Jerusalén cuando estuve allí hace tres años. Me invitó a pasar el día con él y estuvimos callejeando por la ciudad, mientras él hablaba y yo le escuchaba. Durante la comida, me dijo esta frase: «vosotros los occidentales tenéis relojes, pero nosotros tenemos tiempo». Es verdad, en el ritmo frenético del mundo que nos ha tocado vivir, nos falta tiempo para escuchar, para entregarnos a Dios, para contemplar y ser conscientes de los dones y bendiciones continuos que nos rodean. Se nos van los días yendo de un lugar a otro, haciendo encargos y servicios, viviendo en el tumulto y la precipitación, y al asumir un estilo de vida como ése, terminamos descuidándonos a nosotros mismos, dejando que nuestra relación con Cristo se evapore y cayendo en la trampa del activismo que nos quita la paz.
Estoy convencido de que, a tantas mujeres que se ven así tentadas en su vida diaria, la Misión Ecce ancilla Domini puede ayudarlas a poner la mirada de nuevo en Jesús por María. Os invito a realizar un esfuerzo durante el mes de mayo para hacer silencio y «detener las máquinas» de vuestras locomotoras. La Misión quiere ayudaros a resetear, a respirar hondo y a recuperar la perspectiva. Que el ejemplo de nuestra Madre nos enseñe a evitar el agobio, los apresuramientos, la ansiedad, la precipitación. Dadle al Señor un mes para volver a escuchar de nuevo el canto de los pájaros, el aire de la tarde, la voz de Dios en el sosiego de un alma apaciguada. Es ahí dentro y en esa paz que huye del ruido y el frenesí, la agitación y el paroxismo de los afanes siempre urgentes y nunca del todo realizados, como podremos experimentar de nuevo la alegría del encuentro con ese Dios que, también a nosotros, nos pide permiso para entrar en nuestras vidas.
Emplazo a las mujeres interesadas en participar en esta Misión Ecce ancilla Domini a venir a la presentación de la misma que tendrá lugar la semana próxima, el martes a las 7 de la tarde para las mujeres de lengua española, y el jueves a las 7 de la tarde para las mujeres de lengua inglesa.
Que el Señor bendiga estos esfuerzos y las personas que van a colaborar en ellos y participar en esta iniciativa apostólica.
Santa María, Madre de Dios, ¡ruega por nosotros!
publicado abril 16, 2021 , Missions