"Si en el mundo hubiera 3 personas como ese cura que esta en Ars, se terminaria mi dominio sobre la tierra."
La fiesta de Pentecostés. En la cual, de alguna manera miramos hacia atrás para recordar cual es el origen de nuestro pueblo. Y el origen está en aquellos doce apóstoles, pescadores, que se dejaron transformar por Dios. Y lo que sucedió en el interior de aquella casa en la cual se encontraban rezando, fue el principio de una aventura que todavía no ha terminado. Seguimos en ella, y nosotros, por misericordia de Dios, tenemos la misma fe de aquellos hombres admirables.
No se si hemos estado atentos a la primera oración de la santa misa de hoy. Si la meditamos despacio, y lo vamos a ser a continuación, deberíamos de sentir una sensacion de sobre cojimiento interior. Porque lo que el sacerdote, representando a toda la comunidad, ha dicho al inicio de esta santa misa, es lo siguiente: señor, no dejes de realizar hoy aquellas mismas maravillas que realizaste en los comienzos de la predicación Evangélica.
Esto no se trata de simplemente recordar. La belleza de la liturgia de la iglesia consiste en que precisamente por la acción del Espíritu Santo, los misterios que celebramos se hacen verdaderamente presentes entre nosotros en el dia de hoy.
Por tanto, Pentecostés no hace referencia simplemente a un pasado glorioso que tuvo lugar hace 2000 años y que marcó el inicio de esta gran familia que es la iglesia. Sino que Dios hoy aquí, en este momento de la historia, a esta hora del dia, derrama el Espíritu Santo igual que lo hizo sobre los apóstoles. Hemos escuchado en la primera lectura el primer relato de aquel Pentecostés y la voz de Carmen hemos oído lo que sucedió entonces. Las maravillas de las que hablaba la oración colecta de la Misa de hoy. Como aquellos hombres cobardes, frágiles, imperfectos, se lanzaron a la conquista del mundo entero, animados por la fuerza del espíritu.
Y tuvo lugar el prodigio asombroso que hemos oído por el cual, gente que procedía de distintos lugares, países, culturas, con idiomas diferentes, escuchaban cada uno el mensaje, la proclamación del Evangelio en su propio idioma. Me hago esta reflexión en voz alta: Si el mismo espíritu desciende sobre nosotros en el dia de hoy, y esto lo creemos, porque forma parte de nuestra fe como Católicos, si Dios se desborda tan generosamente sobre nosotros congregados en su nombre en el dia de hoy, porque nos sucede aquí lo que paso entonces? Y tal vez no se si me equivoco, tal vez la razón consista en que en el fondo nosotros no queremos que Dios nos transforme.
Aquellos hombres estaban preparados. Habían estado en un contacto intimo con Dios hecho hombre en JesuCristo. Durante 3 años habian convivido con El a cada momento. Habían aprendido no solo escuchando sus palabras, sino viéndole, empapandose de la persona de Cristo. Después habían tenido que experimentar la experiencia del abandono en la Pasion, la alegria de la resurrección, los encuentros con el resucitado. Y después de la ascensión, aquellos hombres esperaban en oración con María, la madre del Señor.
Y aquella gente quería ponerse en las manos de Dios. Y cuando el Señor encuentre generosidad en el alma, realiza milagros como los que hemos escuchado en la primera lectura. Nosotros a veces venimos a la iglesia por rutina, por la inercia de semanas anteriores para ver a otras personas para participar en la Misa, pero hasta cierto punto. No tenemos la sensacion de que nos estamos jugando la vida en la Misa.No estamos realmente dispuestos a ofrecernos del todo con Cristo que se inmola en el altar.
En el fondo, queremos regresar a la misma vida que teníamos antes de llegar aquí. Y con esas actitudes Dios no nos puede cambiar. Como te va cambiar Dios si tu no quieres que Dios te cambie? Hemos dicho antes "Ven Espiritu Santo." Realmente queremos que venga? A veces tenemos la sensacion de que Dios cuando nos proponga algo nos va complicar la vida. Y parece que queremos que no moleste el menos posible. Cuando lo que hoy celebramos es la maravilla de vidas transformadas por la acción del Espíritu Santo. Si tuviéramos la actitud correcta, queridos hermanos, si vinieramos aquí con el propósito de jugarnoslo todo, Dios haria maravillas.
Contaba ayer la anécdota que lei en la vida del Santo Cura de Ars que me impresiono muchisimo. No estaba en el cuerpo del libro, estaba en una nota al pie de pagina. En aquella época en el siglo 18, mientras vivia Sn Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, otro sacerdote estaba en otra ciudad de Francia realizando un exorcismo a una persona que estaba poseída por el demonio. Y en un momento del exorcismo, el demonio bajo la autoridad de Cristo hizo la siguiente confesión. Le dijo asi, a este otro sacerdote: "Si en el mundo hubiera 3 personas como ese cura que esta en Ars, se terminaria mi dominio sobre la tierra."
A mi aquello me impresiono. Tres personas. No las habia. Dios cambió el mundo hace 2000 años porque de esos tipos se pusieron en las manos del Señor. Se fiaron de verdad de JesuCristo. Extendieron las velas de sus barcas y dejaron que el soplo les llevará a donde fuera, fiados totalmente de Dios. Y aquella magnanimidad, aquel coraje, aquella generosidad de hombres muy limitados humanamente hablando, como nosotros, pero que fueron generosos en la entrega, cambió la historia y renovó la faz de la tierra.
Hemos pedido al Señor: Realiza aquellos mismos prodigios. Me pregunto: en esta comunidad, en esta misa, hay muchas mas de 12 personas aqui. Encontrará Dios a 12 hombres dispuestos a darlo todo? Cuando el Señor se venga a nosotros, se derrame, cuando el Espíritu Santo baje, y lo va hacer en la santa misa de hoy, va encontrar en alguien aqui, la misma generosidad que encontró en aquellas personas. El Señor nos ha mandado que extendamos el Evangelio a toda la tierra.
Por eso, sí, necesitamos el Espíritu Santo. Necesitamos que venga. Y cuando digamos "Ven", hay que decirlo no con los labios, hay que decirlo con el alma! Ven, Espiritu Santo, Ven! Ven a mi vida! Cambia mi corazón! Transforma quien soy! Dame vida eterna! Ayúdame a solucionar lo que sea que tenga que cambiar. Dame generosidad para ponerme bajo tu direccion. Y si lo hacemos asi, pues que alegria! Dios realizará prodigios en el corazón de muchos de ustedes.
Pues vamos a hacer esa petición al Señor, por la intercesión de María que estaba acompañando a la primera iglesia en oración, y en cuyas intercesiones infalible, porque la madre obtiene del hijo todo lo que le pida, vamos a pedirle a Dios que cuando hoy recibamos la efusion del Espiritu Santo, cuando aquellos que puedan recibir la comunión tengan a Cristo dentro, tengamos la valentía de colocarnos en los brazos de Dios para que el nos lleve a donde nos quiera conducir. Que asi sea.