Hermanos y hermanas,

Llevo tiempo queriendo enviar una carta explicando el cambio en la proyección de los textos litúrgicos, lecturas e himnos en la Santa Misa. Mis deberes pastorales y una cierta inquietud han colaborado para que siga evitándolo. Todos los textos de la Santa Misa están protegidos por derechos de autor. Algunos de esos derechos de autor son propiedad de la USCCB, mientras que los textos de algunos cantos e himnos son propiedad de otras entidades. Durante el período de COVID, los obispos dieron un permiso temporal para la proyección de textos litúrgicos en la Santa Misa. Sin embargo, ese permiso temporal expiró cuando se suspendieron las restricciones.

Debido a las dificultades con el presupuesto, aún no disponía de medios para afrontar nuestra situación. Sinceramente, no era una prioridad. Ha llegado el momento de hacer algo al respecto, ya que entramos en el nuevo año fiscal con un presupuesto totalmente equilibrado. Hemos encargado misales bilingües para los que deseen utilizarlos. 

Comprendo, y ya he oído de algunos de ustedes, el descontento por este próximo cambio. La USCCB explica lo relativo a los permisos de derechos de autor: "La política actual del Comité para el Culto Divino es que no se concede permiso para proyectar lecturas y textos litúrgicos en pantallas durante la liturgia. Los obispos tienen la perspectiva de que, dado que tanta gente pasa gran parte de su tiempo mirando pantallas, la Sagrada Liturgia debería ser un descanso orante de esa experiencia. Los obispos también creen que las pantallas son una distracción de lo que realmente está sucediendo en la liturgia". Lo ideal sería que tampoco utilizáramos libros. Más bien deberíamos escuchar atentamente y participar por memoria y larga experiencia. Sin embargo, debido a que a veces el sistema de sonido es complejo o el orador no proyecta o es difícil de escuchar, es útil tener un libro que uno pueda usar para seguir la liturgia. También es útil para los visitantes, invitados y, especialmente, para los no católicos, catecúmenos y neófitos.

Ya no proyectaremos textos litúrgicos, lecturas o himnos y cantos durante la Santa Misa. En mi opinión, la clara política de la USCCB no me permite hacer otra cosa. No obstante, estoy disponible para escuchar o leer cualquier objeción a esta decisión.

In cordibus Iesu et Mariae,

Fr. Keith